Cuando contratas un seguro de hogar, buscas estar protegido ante cualquier incidente que pueda ocurrir en tu casa. Sin embargo, no todos los seguros son iguales. Descubre las 5 coberturas imprescindibles que debes tener.
Aunque el seguro de casa no sea obligatorio, lo ideal es que elijas una póliza a la que le puedas sacar provecho en materia de protección del continente y del contenido. Si ya tienes una, ¿sabes con qué coberturas cuentas o cuáles deberías tener? A continuación hablamos del tema y te presentamos cinco coberturas que los mejores seguros de hogar tienen y que podrían ser más útiles de lo que crees.
Ya hemos hablado de lo que significa continente y contenido* dentro de un seguro de hogar y la importancia de tener ambos bajo la protección de una póliza confiable. Dependiendo del tipo de vivienda en la que residas, tendrás que fijarte más o menos en algunas coberturas especiales, pero en términos generales hay algunas básicas a la hora de contratar tu seguro.
Coberturas básicas de un seguro de hogar:
Responsabilidad Civil: es básica en cualquier seguro y quizás este término te sea familiar si lo relacionas con el seguro de coche. Se trata de la garantía por la que terceras personas quedan protegidas por tus acciones, y en el caso del seguro del hogar, también quedarían protegidas de las acciones de las personas que vivan en la vivienda y de la casa en sí. Es decir, la RC, protege a tus vecinos de los daños que puedas ocasionarles al: romperse una tubería, sufrir un incendio, caerse una maceta, o cualquier otro accidente no intencionado que pueda producirse en tu hogar y afecte a la casa de un vecino.
Daños ocasionados por fenómenos meteorológicos: lluvias, vientos fuertes, grandes nevadas… Los fenómenos naturales son prácticamente impredecibles y en zonas vulnerables como en ciudades costeras, zonas de huracanes o de alta concentración de nieve, es importante que tu seguro proteja tu hogar de cualquier accidente causado por el mal tiempo.
OVE (Objetos de valor especial): No aplica necesariamente para todo el mundo, pero si este es tu caso, lo mejor es que tu póliza sea lo suficientemente amplia como para proteger tus objetos de valor especial: obras de arte, cuadros, pieles, objetos antiguos o metales preciosos. Es importante que, en el momento de contrata la póliza cuentes a tu asesor de seguros que posees objetos de valor especial, de manera que queden correctamente asegurados.
Robo: una de las peores situaciones que puedes vivir en tu hogar, es que entren a robar. No solo por las pertenencias que puedan sustraerte, sino por la sensación de vulnerabilidad que suele dejar este suceso. Para afrontar el robo en tu hogar, tener una buena póliza que te cubra siempre será un beneficio para ti. No solo para compensar los destrozos o substituir tus pertenencias, sino porque con una buena póliza puedes tener acceso incluso a asistencia psicológica en caso de que fuera necesario.
Defensa jurídica: la defensa del asegurado ante situaciones vecinales o ante vulnerabilidades como inquilino son un asunto cada vez más importante para las empresas aseguradoras, que ofrecen también coberturas fuera del ámbito de la vivienda como defensa jurídica laboral, defensa fiscal, reclamaciones de daños, entre otros.
Para terminar, recuerda que un seguro de hogar no es un asunto que deba tomarse a la ligera ni motivado únicamente por el precio. Es una inversión necesaria que complementa tu protección familiar y, por tanto, debería ser lo más útil posible para garantizar tu seguridad y la de los tuyos.
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